Sin duda alguna todos nos hemos visto afectados de cualquier forma por la pandemia que se está atravesando; las secuelas de la misma llegan a causar un fuerte impacto en nuestros alrededores, alterando el desarrollo normal de las actividades cotidianas. Ahora bien, ¿Cómo está afectando la pandemia a nuestros perros? Ellos no están exentos a sufrir las consecuencias de esta situación y del confinamiento; podemos ver cómo los resultados se afincan sobre su comportamiento y hasta en su aspecto físico, haciendo todo esto aún más evidente.
Qué vas a encontrar:
Efectos negativos de la pandemia en los perros
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Estos son los efectos más notables que se han manifestado en algunos de nuestros amigos de cuatro patas:
Ansiedad y miedo
Encuestas realizadas por investigadores y médicos veterinarios para diagnosticar con certeza esta información, dan lugar a que la conducta de los perros ha sido diferente, por lo cual muchos han notado ciertos patrones de ansiedad y hasta miedo a quedarse solos.
No es para menos que sintamos temor ante escenarios inciertos y hasta preocupantes; nuestros canes también pueden concebir ese miedo y la forma de proyectarlo va a ser totalmente variada, en algunos la ansiedad y el deseo de estar siempre con sus dueños le ha permitido a estos ver la dependencia que generan.
Aumento en la obesidad
Otro de los efectos que se ha podido percibir es un incremento en la obesidad de nuestros chuchillos, y esto ha llegado a afectar su aspecto físico y, por ende, le ha impedido realizar acciones que antes eran fáciles y rutinarias.
En tal sentido, este confinamiento ha desencadenado un incremento en el apetito de los canes, y a ello se le puede sumar que muchos no realizan sus acostumbrados paseos diarios, lo que impide que logren drenar todo ese consumo calórico que puedan llegar a consumir.
Reacciones nerviosas
También se han podido constatar algunos episodios de nerviosismo en los canes, así como expresiones físicas de excitación repentina, lo cual ha preocupado a sus propietarios y le ha costado una llamada de vez en cuando al veterinario.
Efectivamente, los especialistas logran dar a conocer las razones de esas actitudes y pueden planear con sus dueños las actividades a desarrollar, dentro de las cuales están los ejercicios en casa y los juegos, entre otros. Todo esto con la finalidad de descargar esa energía y que los sabuesos sigan con un ritmo de vida normal, pese al encierro constante.
Depresión y falta de ánimo
Consecuentemente se ha visto cómo ciertos perros han ido perdiendo el deseo de jugar, estar activos y moverse como acostumbraban, siendo inclusive detectable un patrón de depresión y falta de ánimo para realizar actividades rutinarias.
Para ello se han previsto soluciones prácticas que se enfocan en el dinamismo y el acompañamiento, así como también en la realización de ciertas actividades en casa, buscando que la privación de salir a consecuencia de la pandemia no sea negativa a nuestros fieles amigos.

Ruidos fuertes e inesperados
Se ha evidenciado en algunos canes un cambio de actitud muy particular, tanto así que sus propietarios han dado a conocer que sus ladridos se han aumentado y en muchas ocasiones lo han hecho sin razón alguna.
Destrozos repentinos
En casos mínimos, se ha percibido que hasta han llegado a destrozar ciertos utensilios. Claro que en la mayoría de los sucesos planteados de este tipo, al intervenir de forma adecuada y bajo la supervisión de un especialista, se ha logrado calmar estos incidentes.
Todos estos efectos que se han podido percibir en los perros, se derivan de la exposición a altos niveles de estrés, ya que según investigaciones anteriores que expertos y científicos han llevado a cabo con respecto a los canes, ellos tienen emociones y pueden llegar a vincularse con los sentimientos y estado de ánimo de sus respectivos dueños.
¿Cómo han ayudado los perros a sus dueños durante la pandemia?
No todo es negativo, ya que la pandemia ha hecho que en muchos casos el vínculo entre el perro y el humano sea más fuerte, tanto así que en algunas tiendas de adopción de mascotas se ha reportado un incremento en salida de canes, con la finalidad de ser acompañantes de muchos que no desean estar solos en estos momentos.
Dentro de los efectos positivos que se han podido presentar entre los perros y sus dueños a consecuencia de la pandemia, se encuentran:
Compañía mutua
En función a que las salidas se han restringido en gran manera, los dueños de las mascotas dan a conocer que sus canes les han sido un apoyo para no sentirse solos; claramente esto no remplaza la socialización con amigos y familiares, pero sí ha ayudado significativamente a soportar largos días sin poder salir de la casa.
Desarrollo de la conexión
También se ha dado lugar a una reivindicación emocional entre los propietarios y los canes, desarrollando un mayor afecto mutuo. En algunas personas con enfermedades mentales, se han notado cambios positivos en su conducta, esto gracias a la conexión que se ha conseguido establecer.
Apego familiar
Se ha desplegado una cercanía entre la familia y los sabuesos, pudiendo albergar sentimientos de compasión y protección hacia ambas partes. Evidenciando de tal modo que no todo ha sido negativo sino que los efectos van direccionados, es decir, los hay negativos pero también positivos.
Los escenarios futuros que se prevén para las mascotas, incluyendo a los perros, son todavía muy inciertos, pues en algunos países se estima que al no con contar con las condiciones para alimentar, cuidar y darle un hogar a los canes, muchos se abandonarán a su suerte. Para ello, ya se están buscando las posibles soluciones, dentro de las que destacan el crear instituciones sin ánimo de lucro para ofrecer a los dueños la adquisición gratuita de alimentos y demás implementos de atención.
Como los seres humanos son diferentes, de la misma manera los perros también lo son, y en cuanto a sus expresiones y formas de reaccionar ese contraste no se hace esperar. Por lo cual, es posible ver que los efectos que en unos se pueden presentar, en otros no, pero lo que sí es seguro es que en su gran mayoría han mostrado cambios notables en sus hábitos y comportamiento.