¿Sabes que los perros también pueden deprimirse? Al igual que nos sucede a lo humanos, ciertos cambios involuntarios en la cotidianeidad pueden generar depresión en perros que reclamen tu intervención para revertir la situación.
Si notas a tu mascota apática podría estar deprimida. En esta entrada descubrirás cómo detectarlo, por qué se siente así y qué puedes hacer para superar esta desagradable situación. ¿Nos acompañas?
Qué vas a encontrar:
Causas y síntomas de la depresión en perros
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La depresión canina obedece a un trastorno conductual del perro por una amplia amalgama de posibles desencadenantes. La salud emocional del can se ve agredida, siendo la intervención del etólogo o experto en comportamiento animal esencial para salir airosos de esta coyuntura.
El nacimiento de un bebé, el traslado a otro domicilio o un periodo de desatención constituyen las causas más recurrentes de depresión en perros. No obstante, este desequilibrio hormonal y emocional puede deberse a muchos otros factores. Veámoslos:
- La muerte del dueño o de un humano querido por el can.
- La depresión del propietario. No olvides que los perros son la mascota más sensible que puedes hallar, por lo que empatizan con facilidad con aquello por lo que está atravesando su alter ego.
- Cambios en la rutina diaria. La llegada de un bebé, de una nueva mascota, una nueva cama o la alteración, por motivos de trabajo, del horario de salida al exterior podrían significan el comienzo de una depresión.
- Una enfermedad subyacente que propicia un bajo tono emocional.
- El envejecimiento. A medida que envejecen, los perros se vuelven más apáticos e introvertidos.
- La desatención o las largas jornadas solo. El perro se siente abandonado y muy aburrido.
- El matrato. Ante una experiencia tan traumática como esta, la desconfianza y la depresión en perros son situaciones usuales.
- Una depresión clínica. Supone el último eslabón cuando el resto de posibles desencadenantes son descartados. Requerirá la prescripción médica de antidepresivos, aunque no siempre resultan efectivos.
Como ves, las posibles vías de entrada a una depresión en perros son múltiples, por lo que la asistencia del etólogo te ayudará a despejar la incógnita de cuál es la causa del desconsuelo de tu mejor amigo. Dado que los síntomas pueden coincidir con los de otras patologías no dés nada por sentado y consúltalo con varios especialistas (el veterinario y el etólogo).
En el apartado de síntomas o signos de depresión en perros deberás permanecer atento a los que siguen:
- De ser un perro alegre y juguetón se ha vuelto en cuestión de días en un perro apático, que apenas se mueve en casa y que no viene a recibirte cuando llegas a casa.
- Rechaza salir a pasear o rehuye tus intentos de juego con él. Se autoaisla, se muestra irritado y contrariado.
- Pasa más tiempo de lo acostumbrado durmiendo, incluso estando despierto prefiere quedarse en su cama durante buena parte del día.
- Lo aprecias falto de energía. No solo no le entusiama la idea de salir a pasear, sino que se cansa mucho antes con respecto a unas semanas atrás, cuando estaba alegre.
- Está nervioso, inquieto todo el día y le cuesta conciliar el sueño por la noche.
- Aúlla más de lo habitual.
- No agita la cola ni está erguida.
- Hace sus necesidades dentro de casa, sin pedirte salir para hacerlo en la calle.
- Come menos de lo que es propio en él o, todo lo contrario, come compulsivamente con el correspondiente descenso o aumento de peso.
¿La depresión en perros es tratable?
En la mayoría de los casos, la clave para superar la depresión canina reside en incrementar las atenciones hacia el perro y en mantenerlo activo. Si percibe que te preocupas por él y que deseas verlo alegre será cuestión de días o de pocas semanas que la normalidad se restablezca.
Deberás premiarlo con caricias y con sus golosinas favoritas cada vez que muestre una actitud positiva. De este modo, le estárás transmitiendo que lo que debe hacer es mostrarse alegre y vital. Sin duda, el refuerzo positivo es el recurso más poderoso para lidiar con la depresión en perros.
Como complemento a la terapia etológica suelen emplearse feromomas sintéticas para favorecer la seguridad y serenidad en el animal, facilitando así su recuperación. Son completamente inocuas para su salud y se comercializan en distintos formatos (en spray, como collar o como difusor).
La farmacoterapia basada en ansiolíticos y antidepresivos es siempre la última medida, puesto que es muy agresiva y en la mayoría de los casos puede eludirse identificando la causa del malestar.
¿Existen razas caninas más proclives a la depresión?
De acuerdo con los estudios etológicos registrados, las razas pequeñas (schnauzer miniatura, chihuahua, pomerania, cocker spaniel, terrier tibetano o el pekinés) presentan una mayor prevalencia de la depresión en perros.
En opinión de los expertos, el hecho de pasar más tiempo en los brazos de sus dueños, por su pequeño tamaño, los convierte en más sensibles a este tipo de trastornos.
Las pautas para su prevención
Tanto la depresión en perros como la ansiedad son fácilmente prevenibles manteniendo unas ciertas pautas saludables que podemos resumir en:
- Garantizarle unas condiciones de vida adecuadas. Nos referimos a proporcionarle un hábitat amplio, higienizado y sin ruidos.
- Procurarle una alimentación variada, equilibrada y acorde a su tamaño, edad y nivel de actividad. No descuides tampoco su hidratación.
- Dedicar tiempo a sus paseos y juegos diarios, ya que posibilitan su socialización y ejercitación no solo física, sino también cognitiva.
- Trata de llevarlo contigo cuando te vayas de fin de semana o, mejor aún, ¡haz un viaje con tu perro!
Reservar tiempo a estar con él, a hablarle y a jugar con él reforzará vuestro vínculo y le protegerá frente a este tipo de dolencias indeseables.
Si va a tener que pasar tiempo solo recurre a los juguetes interactivos, le entretendrán mientras estimulan su cerebro y lo fortalecen frente a la depresión en perros.
Si tu ausencia va a comprender un lapso de tiempo superior a 1 día optar por los cuidadores de mascotas o por las guarderías caninas puede serte de gran ayuda. Llamar por teléfono para permitirle escuchar tu voz es una inteligente manera de mostrarle tu cariño durante tu ausencia. Tenlo en cuenta.
En definitiva, los perros no escapan a la depresión. Por ello, resulta esencial que no descuides las atenciones hacia tu mascota. No en vano, es tu mejor amigo y así debe ser tratado. ¿Conoces una manera más sencilla de hacerle feliz?