Llegó la primavera y con ella ascienden las temperaturas. Se dan las condiciones idóneas para que multitud de parásitos den por finalizada su hibernación y puedan instalarse en tu mascota. A la incomodidad que supone su presencia debes añadir las enfermedades que pueden transmitir (anemia, anaplasmosis, enfermedad de Lyme, babesiosis, hepatazoonosis…). Por suerte, contamos con herramientas eficaces para hacer frente con éxito a las garrapatas en perros. De ello vamos a hablarte en esta ocasión. ¿Nos acompañas?
Qué vas a encontrar:
¿Qué sabes sobre las garrapatas?
Antes de ahondar en los tratamientos curativos y preventivos de las garrapatas en perros, es preciso que conozcas más sobre estos parásitos arácnidos. Como ya hemos anunciado, proliferan en las estaciones cálidas (desde la primavera hasta el inicio del otoño) y se sienten más cómodos en zonas con vegetación como jardines, parques o bosques.
Se clasifican en garrapatas duras (Ixodidae) y blandas (Argasidae). Las primeras, en concreto, la especie Rhipicephalus, es la más extendida y abundante de las garrapatas en perros, ya que está presente en todos los contienente y se reproducen con gran facilidad.
En su primera semana multiplican por 10 su tamaño y en las siguientes 24 horas llegan a hacerlo por 50. Se caracterizan por la coraza que recubre el cuerpo del macho, y la cabeza en el caso de la hembra. Son las más costosas de erradicar.
Las garrapatas blandas, en cambio, solo se alimentan en una ocasión y multiplican por 4 su tamaño. No están dotadas de ningún caparazón y suelen instalarse en las orejas.
Como curiosidad sobre las garrapatas en perros, cabe señalar que cuando son larvas y ninfas prefieren el lomo del animal para alimentarse de él, mientras que en la etapa adulta buscan las áreas en las que la piel es más fina (cuello, orejas o entre los dedos de las patas) para facilitar la extracción de la sangre.
¿Cómo detecto y retiro las garrapatas en perros?
El principal síntoma que deberá alertarte de su mordedura es que tu mascota no para de rascarse. Una inspección de cuello, orejas (dentro, detrás y en los pliegues), abdomen, entre las patas y en la zona perianal te sacará de dudas rápidamente. En definitiva, debéras examinar todas las zonas en las que hay pliegues y a las que tu mejor amigo no tiene acceso.
Puedes ayudarte de un peine para pulgas para cepillar a tu perro y desprender las garrapatas que aún no se hayan adherido a su piel. Si detectas otras que sí lo han hecho y son menos de 3 deberás retirarlas tú mismo. Si la infestación es mayor acude al veterinario para que determine el tratamiento más adecuado.
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Por regla general, suele consistir en la combinación de collares, pipetas o sprays, aunque deberá atender a las particularidades de tu mascota.
Para retirar las garrapatas en perros toma unas pinzas y agarra el parásito lo más cerca posible de la cabeza para no partirlo en dos, ya que esto agravaría la infección. Debes tirar hacia arriba, no hacia los lados, y sin ejercer demasiada presión.
Una vez extraída la garrapata desinfecta la herida y visita al veterinario para que confirme si existe o no contagio de alguna enfermedad. Su saliva introducirá toxinas y sustancias antiinflamatorias y anticoagulantes que mermarán el normal funcionamiento del sistema inmunológico de tu perro.
¿Cuál es el método más efectivo para combatir las garrapatas en perros?
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Dado que las garrapatas, junto a las pulgas, piojos y mosquitos transmidores de la Leishmaniosis, son los párasitos externos más recurrentes en los perros, el mercado nos brinda una gran variedad de recursos para acabar con ellos.
No obstante, no todos contienen el mismo tipo de insecticida y, en consecuencia, no fulminan a todos los parásitos por igual ni de la misma forma. El consejo más repetido por los expertos es combinar varios de estos recursos para asegurarte una óptima protección.
En este sentido, las pipetas y los collares antiparasitarios son los tratamientos más populares y empleados contra las garrapatas en perros a partir de las 7-8 semanas de vida, a tenor de su eficacia probada.
Así mismo, el veterinario puede pautarte sprays, si se trata de un cachorro o de una infestación masiva, comprimidos orales, si tu can es intolerante o manifiesta reacciones a las pipetas, champús antiparasitarios como refuerzo de su prevención, bombas para el ambiente…
Pero, ¿en qué se diferencian los collares y las pipetas?
Las pipetas o spot on son ampollas portadoras de insecticida en una proporción idónea al peso de tu perro. Debes aplicarlas directamente sobre su piel, una vez abiertas, separando el pelo y depositando el producto en el cuello. En perros de gran tamaño deberás completar la administración continuando por la mitad de la espalda y terminando en la base de la cola.
Su efectividad es superior a la de los collares, ya que, precisamente, los especialistas las indican para atajar la infestación, más que para repeler. Deberás apreciar su efecto a las 24 horas y perdurará durante 1 o 2 meses.
Resulta esencial que tu perro no se lama la zona, puesto que es un producto tóxico. Tampoco deberas bañarlo en los 2 días siguientes ni en los 2 días previos a la aplicación de la pipeta. Es un producto relativamente novedoso y algo más caro que los collares.
Existen muchas marcas en el mercado (Frontline, Advantage, Advantix, Stronghold…) con buenos resultados. Cada una de ellas recurre a un insecticida distinto, por lo que lo más sensato es que sigas el criterio de tu veterinario de confianza. Las sustancias más recurrentes son la permetrina, el fipronil y la selamectina, esta última es apta para las perras preñadas y lactantes. Tenlo en cuenta.
Los collares, por su parte, son de quita y pon. Una vez colocados en el cuello liberan el insecticida movilizando su potente repelente. Como ves, son más apropiados como preventivo mientras que las pipetas son más resolutivas para poner fin a la proliferación. Este es el motivo que explica la necesidad de su asociación para una completa protección.
Su durabilidad es superior al de las pipetas alcanzando los 6 meses con facilidad y son resistentes al agua, lo que posibilita que puedas bañar a tu mascota con el collar puesto. Su precio es más bajo, pero comparten con las pipetas la conveniencia de no morder el artículo ni de lamerlo.
Consejos preventivos
No podemos terminar sin antes facilitarte una serie de recomendaciones que contribuirán a hacer más efectiva tu prevención:
- Antes de aplicar la pipeta, el perro deberá estar limpio y seco para garantizar la plena efectividad de la misma.
- Fíjate en la fecha de caducidad de los antiparasitarios y sigue las pautas para su correcta administración.
- Establece junto a tu veterinario un planning de antiparasitación para repetir las dosis en los períodos que corresponda. De este modo, tu mejor amigo siempre estará libre de parásitos.
- En los meses de calor, si frecuentáis zonas verdes es conveniente que una vez en casa le pases un peine para pulgas a tu can. Prevendrás las infestaciones masivas.
- Baña a tu perro con un champú antiparasitario para mantener los resultados obtenidos. Si lo mezclas con vinagre de manzana potenciarás su efecto repelente preventivo.
En definitiva, esperamos haber aclarado tus inquietudes sobre las garrapatas en perros y haber profundizado en tu conocimiento sobre los posibles tratamientos antiparasitarios a tu alcance. Eso sí, no olvides mantener la higiene de su hábitat, cuidar su alimentación y proveerle de momentos de ejercitación y cariño, de mucho cariño. ¡Tendrás perro para rato!